La modelo brasileña, Camila Luz, quien ha aparecido en las portadas de revistas como Glamour y Marie Claire, habla sobre cómo las comparaciones en las redes sociales pueden ser perjudiciales para la salud mental
Recientemente, la actriz Megan Fox declaró en una entrevista que no se considera hermosa y añadió que nunca ha amado su cuerpo.
Esto captó la atención del público, ya que una vez fue considerada la mujer más sexy del mundo. La estrella de Hollywood sufre de Trastorno Dismórfico Corporal (TDC), una condición que afecta la percepción de la propia apariencia física. Es decir, la persona se siente mal al mirarse al espejo y observa detenidamente las imperfecciones de su cuerpo. Vale la pena recordar que este trastorno afecta a cerca del 2% de la población mundial y es más común de lo que se espera.
La modelo brasileña, Camila Luz, de 23 años, dice que no ha tenido problemas de autoestima o trastornos de imagen, como ocurre con sus colegas.
Sin embargo, advierte sobre los peligros que conlleva la tan comentada “dictadura de la delgadez”. “Nunca me he comparado con otras chicas y no noto que mi cuerpo cambie en las fotos. Tomo mi trabajo con profesionalidad, tengo madurez y no dejo que las emociones me superen”, dice. Sin embargo, ha notado que otras modelos hacen locuras para mantener sus cuerpos delgados.
“He visto a muchas chicas con dietas locas, tomando diuréticos y medicamentos para bajar de peso. Hubo un momento en el que llamé la atención de una de ellas y le dije que se estaba volviendo loca porque no la veía comer nada y cuando comía, era papaya con avena o algo similar. Esto no mantiene un cuerpo y muchas chicas se matan para mantener un cuerpo delgado, pero incluso haciendo dieta algunas no pueden adelgazar”, explica Luz.
Camila también habla sobre los peligros de la comparación, especialmente en las redes sociales. Advierte que las fotos también pueden parecer mejor porque el ángulo se captura de la mejor manera.
Después de todo, las personas no deben guiarse por lo que ven, ya que el riesgo de desarrollar un trastorno de imagen es alto en aquellos que ponen el cuerpo en primer lugar en la vida.
“Las personas no pueden compararse con las fotos, mi propio cuerpo, dependiendo de cómo se tome la fotografía, puede aparecer con curvas y en otra foto parezco muy delgada. Varía mucho”, dice.
Nacida en Goiânia, Goiás, comenzó a modelar a los 15 años y siempre se ha inspirado en las revistas de moda que leía de niña.
Con su crecimiento en la profesión, Camila vivió grandes momentos trabajando con marcas como Alexis Mabille, Georges Hobeika, y otros. Según ella, uno de sus puntos destacados fue aparecer en la portada de las principales revistas femeninas, Glamour y Marie Claire.
“Todos estos trabajos son especiales para mí, me gusta estar en el estudio, usar ropa que son inspiraciones de grandes marcas. Es un sueño de infancia hecho realidad”, declara.