Las relaciones sexuales y sus beneficios no se limitan a una vida sexual nocturna, y para demostrarlo Molly Procter, trabajadora de Sussex, Inglaterra, estableció una rutina matutina de sexo durante una semana.
El resultado de este “experimento” fue relatado por ella a la revista “Women’s Health”.
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“Como un búho nocturno comprometido, la idea de tener sexo matutino nunca me atrajo. Normalmente las cosas no se calientan con mi marido, Jack, hasta la noche, y necesito mucho tiempo en la cama por la mañana para despertar”, dijo.
La idea de tener sexo cada mañana surgió de la falta de tiempo y la rutina agitada del matrimonio. “Con tres hijos y un trabajo ajetreado, la acción (o la falta de ella) en el dormitorio se volvió un poco predecible.
En un intento de reavivar nuestra llama de deseo que antes rugía, me propuse un desafío: quería que hiciéramos el amor todas las mañanas durante una semana”, explicó.
Independientemente de la hora, el sexo puede fortalecer la relación y aportar beneficios para la salud, como vitalidad, mejora del sistema inmunológico y la memoria, entre otras cosas.
Sin embargo, involucrarse en esta actividad por la mañana ayuda a regular los niveles de cortisol, la “hormona del estrés”, preparando el cuerpo para el día que comienza.
La mañana también es considerada el momento en que los cuerpos masculinos y femeninos están naturalmente preparados para el sexo.
Según un estudio, publicado en el The Journal Of Sexual Medicine, los niveles de testosterona de los hombres por la mañana son más altos y están relacionados con el aumento de la fuerza de la erección. Para las mujeres, los niveles de estrógeno también son más altos, es decir, favorecen la libido y la sensibilidad genital, facilitando el orgasmo.
Tener sexo por la mañana ayudó a Molly a reconectarse con su marido y mejoró el rendimiento sexual de la pareja. Según ella, esta iniciativa aumenta el deseo y hace que no quieran cumplir con métricas, sino que sientan el deseo de estar juntos. “En lugar de convertirse en solo otra tarea, como temía que pudiera suceder, el sexo se convirtió en algo que anhelar, y realmente nos hizo sentir más conectados durante una semana, cuando nuestras mentes podrían estar en otro lugar”, aseguró.
