La toxina botulínica, popularmente conocida como botox, es uno de los procedimientos estéticos preferidos para prevenir las arrugas y asegurar la juventud durante el proceso natural de envejecimiento. Sin embargo, a pesar de los resultados satisfactorios, la corta duración del efecto —de 4 a 6 meses— suele ser un punto negativo para las usuarias.
Aunque el tiempo de efecto del botox es naturalmente menor en comparación con los rellenos de ácido hialurónico (12 meses), por ejemplo, es posible prolongar sus resultados. Según la dermatóloga Larissa Oliveira, de la clínica Les Peaux, existen cinco razones que pueden afectar la durabilidad del tratamiento con toxina botulínica; descubre cuáles son y aprende cómo prolongar los efectos del botox.
1 – Calidad del producto
“Hay tres marcas consagradas en Brasil y pronto habrá una cuarta. Y solo estas marcas garantizan resultados más duraderos de la toxina”, destaca Larissa. Por eso, la orientación es buscar profesionales de confianza y preguntar sobre el origen del producto.
2 – Dosis y técnicas
La técnica en relación con la dosificación de la aplicación también debe ser considerada. Según la dermatóloga, una subdosis de la toxina “durará menos a lo largo del tiempo”. “Existen varios estudios científicos con evidencia que nos orientan sobre la ubicación precisa y el intervalo de cantidad de unidades que deben ser utilizadas en cada grupo muscular dependiendo de su espesor, ubicación y funcionalidad”, informa.
3 – Hipercontracción muscular
Las actividades físicas son esenciales para la calidad de vida. Sin embargo, en el caso de las usuarias de botox, las prácticas que requieren mucha fuerza o que resultan en “muchas muecas, debido a una miopía no tratada”, por ejemplo, pueden afectar la durabilidad del procedimiento.
En estos casos, la orientación de Larissa es mantener la regularidad de la aplicación, según las necesidades del paciente, y combinarlo con otros procedimientos que estimulen la producción de colágeno o usar ácido hialurónico para la miomodulación (modulación mecánica de la actividad muscular).
4 – Tabaquismo
El tabaquismo es una práctica que favorece el envejecimiento, ya que aumenta la reabsorción del colágeno. Por lo tanto, también interfiere en los resultados de la toxina botulínica. “En estas pacientes, las estrategias de estimulación del colágeno deben realizarse con más intensidad y con intervalos más cortos, ya que la reabsorción está acelerada”, puntualiza.
5 – Alimentación
“Tanto la deficiencia de Zinc como el exceso de consumo de azúcar, a través del proceso de glicación, aumentan la reabsorción del colágeno, haciendo que las arrugas vuelvan de una forma más acelerada”, explica la médica.
Por lo tanto, prestar atención a la dieta también es importante en este sentido. Así, quienes sufren de deficiencia de Zinc deben consultar a un médico para la reposición nutricional adecuada. Además, es válido que todas las usuarias del procedimiento mantengan una dieta menos inflamatoria, con el fin de reducir el proceso de glicación. “Lo ideal sería también reducir al máximo el azúcar de la alimentación, siempre con el acompañamiento nutricional adecuado”, concluye Larissa.
