El verano ha llegado, y si está sufriendo de calambres en esta estación, sepa que es común. Este tipo de contracción muscular tiende a ocurrir con más frecuencia en días calurosos. Por eso, es importante entender la causa y conocer algunas medidas para evitar la condición.
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Una de las principales causas de los calambres en este período es la deshidratación, especialmente durante la práctica de actividad física. Esto ocurre debido a la pérdida de sustancias como sodio, potasio, magnesio, zinc, urea, entre otros, en el sudor.
El dolor también puede estar asociado a otros factores, incluyendo mala circulación —principalmente en mujeres mayores o diabéticas—, anemia, insuficiencia renal, enfermedades de tiroides, degeneraciones neurológicas, desequilibrio hormonal, embarazo y falta de descanso después del entrenamiento.
Consejos para prevenir los calambres
Prestar atención a la alimentación es una “regla básica”. Por lo tanto, es fundamental beber al menos dos litros de agua diariamente para prevenir el dolor. Además, según la nutricionista Marianne Fazzi, es importante seguir una dieta balanceada, rica en vegetales y frutas, especialmente opciones con alta tasa de humedad, como la sandía y la fresa.
La especialista también aconseja el consumo de alimentos ricos en vitaminas B1 y B6 (nueces, carnes rojas, cereales integrales y frijoles), magnesio (aguacate, semilla de calabaza, chocolate amargo y frutos secos) y potasio (plátano, nueces, batata, hojas verdes oscuras y remolacha).
Cómo aliviar el dolor de los calambres
Finalmente, Walkyria Fernandes enseña una técnica para aliviar el dolor de los calambres.
“A pesar de la dificultad del momento, podemos intentar aliviar el dolor estirando el músculo contraído de una manera muy progresiva y tranquila, sin forzar mucho, pero devolviendo la posición natural, hasta que la tensión en el lugar desaparezca y el músculo vuelva a su posición”, orienta.